Las últimas lunas

“Son muchas las veces que escuché, que hablar de la memoria en el teatro, es parte del pasado,  tantas veces tuve que contestar que no hay presente más potente que la memoria. Lo mismo digo a aquellos que pregunten por qué hablar de la vejez, porque no hay presente más vital que su memoria. Fui una niña afortunada, en los pueblos chicos, los abuelos son una referencia y compañía constante, pero llego a ciudades inmensas como esta misma y tantas otras, donde los abuelos y las familias no la tienen fácil, la distancia, el trabajo, los servicios sociales nunca suficientes…el lenguaje despota y callejero en los medios, los gagas nunca dicho con cariño, y me pregunto, como siempre que emprendo un proyecto, ¿estas lunas y este teatro…servirán de algo?. Disfrutenla, escuchen, critiquen, pero sobre todo, a la salida del teatro conversen. Y ahora sí, escuchenles a ellos, sus abuelos y abuelas, y serán también niños y niñas afortunados.”
Susana Hornos